Aunque mi blog esta
principalmente dedicado a mis andanzas por la montaña, tiene un sección en la
que hace muchos años que no publico nada, es la de viajes, por supuesto que
estos años he viajado algo pero esta sección esta reservada a sitios de bonitos
paisajes, y este año Irlanda ha puesto el listón muy alto. Hemos recorrido la
mitad norte de la isla, desde Dublín fuimos a la capital de Irlanda del Norte
(Belfast) y desde allí fuimos casi siempre por carreteras costeras bajando por
la costa oeste hasta Galway para de allí volver a Dublín, por resumir aparte de
bonitos paisajes costeros y pintorescos pueblos, lo más renombrado que hemos
visto ha sido la Calzada de los Gigantes, el cabo Malin (punto más
septentrional de la isla), los acantilados de Moher y la isla de Inishmore, han
sido 8 días muy intensos que sino os aburrís con mi relato comienzo a detallar:
Día 1: Zaragoza-Belfast
Cogemos en Zaragoza el
autobús de Alsa que te lleva a la T4 de
Barajas a las 3:15 de la mañana, si a las 3:15 por lo que nos levantamos a las
2:00 que no sé si es madrugar o despertarte con una pesadilla, sobre las 7:00
nos deja allí, cogemos el bus de transito a la T1, ahora toca esperar porque
nuestro vuelo sale a las 10:35, pero es Ryanair, asi que sale cuando le sale de
los cojones, en este caso casi una hora más tarde.
Una vez en el aeropuerto de Dublín,
aterrizamos lloviendo para irnos acostumbrando, tenemos que localizar la parada de las
furgonetas que te llevan al parking donde están todas las compañías de coches
de alquiler, menos mal que esta bien indicado, allí nos toca esperar, primer
contratiempo, toca sablazo por incluir segundo conductor, nada que ver con lo
que ponía en la web, segundo contratiempo,
el coche asignado no le va bien el cierre automático, entre pitos y
flautas otra hora más, ya son dos. Son casi las 3 hora local y sin comer nada
desde Barajas, que era una hora más, mi estómago ya habla hasta gaélico. Por
fin nos dan un Wolkswagen Polo, yo no me atrevo ni a tocarlo, conduce mi
compañera que no es la primera vez que
conduce por estas tierras con el sentido inverso.
Primera rotonda, yo miro
hasta para arriba por si viene alguno, joder que lío, sin embargo ella va tan
feliz, yo con el plano, tenemos que coger la autopista M1 a Belfast, no
problem, esta perfectamente indicado, tenemos casi 2 horas, una vez ya en ruta
nos salimos al primer pueblo que indica, para comer algo, aunque sea comida
rápida, son las 4 y ya se oyen más los rugidos de mis tripas que el motor del
coche, sino recuerdo mal se llamaba Balbriggan, pueblo costero, allí comemos
algo rápido y cojo yo el coche para probar, madre mía o controlo la distancia
de los lados o cambio de marcha con la izquierda, las dos cosas a la vez no
puedo, meto cuarta en vez de primera, que desastre, para liarla más sigo el
cartel que pone playa para verla y me meto en un sitio sin salida, hasta un
paisano me sigue con su coche para ver que me pasa, si me he perdido, a lo que
le contesto que no, que solo es mi primera vez conduciendo por la
izquierda……así que le devuelvo los mandos para que nos saque de allí a la
autopista, donde lo volveré a coger, así para empezar ya casi he aprendido a
jurar en irlandés.
A la entrada a Belfast,
cambio de conductor, no estoy preparado para meterme en una ciudad todavía, yo
le guio con el google maps y sin más problemas llegamos a nuestro destino, una
casa de huéspedes (guest house) muy bonita tanto por fuera como por dentro,
estilo British.
Y como son así de raros
(estamos dentro del Reino Unido) me habían mandado un mensaje con instrucciones
por si no había nadie a nuestra llegada, como así fue, “detrás de la primera puerta de madera hay una caja de seguridad, me
dieron el código y allí estaba un sobre con mi nombre y la llave”, y si no
llega a ser por nosotros, la pareja de chicas que venía detrás se pasa la noche
en el jardín (a ellas no les habían mandado el mensaje de en busca del tesoro).
Dejamos las cosas y nos vamos
al centro, a unos 20 min andando, estamos enfrente de la bonita universidad de
estilo victoriano, entre pitos y flautas son casi las 8 de la tarde, nos pilla
un chaparrón bien majo y recio, así que llegamos al centro justos ya para
cenar, que aquí a las 9-9:30 cierran cocina como muy tarde, así que acabamos la
tarde gris en un italiano, apuesta siempre segura si no tienes tiempo de mirar
o elegir.
Día 2: Belfast
Me levanto con ganas de hacer fotos, nuestro alojamiento:
después de un rico desayuno en el salón estilo inglés,
vamos a por el plato fuerte del día que es contratar el tour de los murales con un taxi, para el que no sepa de que hablo,
en Belfast el barrio católico (pro-irlandes) y el barrio protestante
(pro-británico) están separados por un muro, y en muchísimas casas de ambos
lados hay auténticas obras de arte en las fachadas de los lados exaltando o
conmemorando a sus victimas y a sus facciones digamos “paramilitares”, para
unos asesinos para otros heroes.
El taxista pone mucho interés en contarnos
todos los episodios, paramos y bajamos del taxi multitud de veces, pero su
acento nor-irlandes hace que no le pillemos una, una pena la verdad.
Aquí van unas fotos de los
“murales”, no hace falta que diga cuando pasamos de un barrio a otro.
Después de ver todo esto, os aseguro que se te queda el corazón un poco encogido, todavía se palpa el odio que
hubo y que hay, al ver todos estos "murales", sin embargo una vez sales de estos dos
barrios, el ambiente en la ciudad es totalmente diferente.
La visita acaba en la sede
del Sin Fein, el brazo político del IRA, y luego amablemente nos acerca a la
Catedral de Santa Ana, cerca del centro, donde en la plaza de enfrente hay un
monumento a las brigadas del Ulster que vinieron a España a luchar contra el
fascismo en "nuestra" Guerra Civil.
El tour en taxi ha durado hora y media, muy
intensa, el precio 35 libras, precio cerrado al reservarlo por teléfono (nos
los reservó la dueña de la casa, no nos atrevimos a hacerlo nosotros, no
hubiéramos pillado una).
Es hora de un alto en al camino para asimilar todo lo que hemos visto, nada mejor que una pinta antes de comer,
Como el desayuno ha sido
British, para comer aprovechamos la visita al St. George’s Market, un sitio
donde puedes encontrar artesanía, productos típicos y puestos de comida de todo
tipo, incluso tapas y paella , así que comemos sobre la marcha.
Ponemos rumbo hacia el
puerto, en 2012 con motivo del centenario de la botadura del Titanic, hicieron
un museo y una ruta paseo por la orilla del río hasta los muelles, pero antes
tomamos algo en un pub con mucha historia, no sé si el más antiguo o no, en la
fachada pone 1711, es el McHughs y aunque estemos en territorio británico no
deja de ser tierra irlandesa, así que como es costumbre en los pubs irlandeses
también dan comidas, pero nosotros solo queremos postre, por cierto deliciosos
(pero nos costo mucho entendernos, dichoso acento), nos comemos un rico postre
mientras escuchamos un grupo ensayando música irlandesa, ni hecho a propósito).
Seguimos hacia el puerto, donde hay otro icono de la ciudad, este pececito….
También del Titanic en su
posición más natural…..
El paseo es muy largo, así
que para volver e ir a otro punto digamos que conflictivo en sus tiempos,
cogemos un taxi, vamos al Freedom Corner, nuevamente lleno de murales, pero
esta vez solo protestantes y mezclados con murales de homenaje a los que
trabajaron en los astilleros de Belfast.
De camino a nuestra guest house, vemos el Ayuntamiento,
entramos en la Queens University (fundada en 1849) y en el Botanic Garden, que
están a 5 minutos de nuestro alojamiento.
Ha sido un día duro, así que
cenamos en un pub, al lado de casa y nos vamos pronto a dormir, mañana hay que
madrugar, saldremos hacia la Giant’s Causeway o Calzada de los Gigantes, a casi
2 horas de Belfast, ya que iremos por carreteras pintorescas en vez de ir más
directos.
Mi sensación particular de Belfast, es que no es una ciudad turística, esta empezando poco a poco, un ejemplo, souvenirs solo vi en el museo del Titanic, y todos con el barquito, no sabría bien como definirla, tampoco es bonita a la vista salvo algunas monumentos en concreto, pero lo que más impacta sin duda es el tema de las pintadas, espero que sigan pudiéndose recorrer, será señal de que sigue la paz entre católicos y protestantes.
Día 3: Belfast - Giants
Causeway - Portrush
Después de 2 noches en
Belfast, hoy dormiremos en Portrush, a unos 20 minutos en coche de uno de los
puntos fuertes del viaje.
Nuevamente con google maps para
salir de la ciudad, como he dicho no cogemos la autopista ni la carretera que
nos llevaría directos hasta Coleraine y de allí a la Calzada, sino que nos desviamos
a la derecha para ir por la costa este hasta alcanzar la Calzada en el norte,
pasamos por pueblos muy majos, pero no paramos porque vamos justos de tiempo.
Al ir por la parte este, antes de llegar a la calzada, tenemos el Carrick-a-Rede Rope Bridge, un puente colgante que une un islote con tierra firme, pero como hay que pasar de uno en uno, el tiempo de espera es de varias horas ahora en agosto así que llegamos hacemos las fotos pero no pasamos, (el pase son 7 libras). Las fotos merecen la pena:
Al ir por la parte este, antes de llegar a la calzada, tenemos el Carrick-a-Rede Rope Bridge, un puente colgante que une un islote con tierra firme, pero como hay que pasar de uno en uno, el tiempo de espera es de varias horas ahora en agosto así que llegamos hacemos las fotos pero no pasamos, (el pase son 7 libras). Las fotos merecen la pena:
Sobre las 3 más o menos
llegamos a la entrada de la calzada de los gigantes, la entrada cuesta 10,50 libras
por barba, antes de nada un breve explicación de lo que es la calzada, aviso
que es un corta y pega de la Wikipedia, que sino me canso de escribir:
“La Calzada del Gigante o de los Gigantes (The
Giant's Causeway) es un área que contiene unas 40 000 columnas de basalto provenientes del enfriamiento relativamente rápido de
lava en
un cráter, que ocurrió hace unos 60 millones de años. Se encuentra en la
costa nororiental de la isla de Irlanda unos 3 km al
norte de Bushmills en Irlanda del Norte. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986.
Cuenta la leyenda que había dos gigantes, uno de Irlanda (Finn) y otro de Staffa (Bennandoner),
que se llevaban muy mal y continuamente se tiraban rocas. De tanto tirar rocas
se formó un campo de piedras sobre el mar. El gigante escocés decidió pasar el
camino de rocas y derrotar a su adversario, pues éste era más fuerte que el
otro. La mujer del gigante irlandés (Oonagh) vio cómo venía el gigante escocés,
así que decidió vestir a su marido de bebé. Al llegar el escocés y ver que el
bebé era tan grande, pensó que su padre sería el triple de grande, así que huyó
pisando muy fuerte las rocas, para que se hundieran en el mar y que el otro
gigante no pudiera llegar a Staffa.”
Una vez puestos en
antecedentes, ahí van unas cuantas fotos de la calzada así como del agradable
paseo por los acantilados, en total la visita-paseo duró un poco más de dos
horas.
Cogemos coche de nuevo pero antes
de llegar a Portrush, nos desviamos un pelín para ver el “Dunluce Castle”
Y así sobre las 18:30 horas,
dentro de horario previsto llegamos a nuestro destino, otra casa de huéspedes,
su nombre Ramona, era lo único que sabían de español sus dueños, nos atiende un
abuelo que no le pillo una, no sé si habla en inglés o se esta sonando la
nariz, hay que pagar al registrarnos, me pasa la tarjeta 3 veces y claro sino
pone el importe y no meto el pin mal me va a cobrar, tengo que pasarla yo,
empezamos bien, nos da la habitación nº 11, igual que en Belfast, que
casualidad, y también en la tercera
planta, aquí los ascensores salen en las películas.
Resulta que este pueblo, es una miniciudad turística de vacaciones, muy coqueto, hay varios salas de apuestas y minicasinos, varias tiendas de todo un poco con su toque rancio británico, pero nosotros buscamos un pub para cenar, hay varios por las calles principales, pero nos alejamos un poco para buscar un pub donde vayan los paisanos locales y le voila, entablamos conversación con una típica british bebedora de cerveza, nos cuenta que va todos los veranos a Alicante a tomar el sol y supongo que a beberse hasta el agua de los floreros.
y curiosa la foto de los cuervos en esa fachada, quiza Alfred Hitchcok se inspiró en una de estas fachadas para su película “The Birds”.
Sabía de la rarezas de los ingleses, conducen por la izquierda, inventan deportas muy raros, porque lo del cricket y el polo.....pero ya lo de entrar al baño ver dos cordones que cuelgan de unos interruptores ya es la leche, uno para la luz y el otro para que haya agua caliente, y después ya el "aparato" de la ducha es de flipar:
Pero mientras nos suelta el rollo de Alicante, mi compañera esta pensando que cerveza quiere, el camarero le da a probar dos, ella quiere una más fuerte y le salta al tío que quiere una inglesa, pero ha ido a parar con un simpatizante irlandés así que le suelta: señora esta en Irlanda, de forma que se acabo la discusión, yo no tengo problema porque solo bebo Guinness, cenamos guiso cordero cerveza a la Guinness, espectacular y una seafood soap buenisima, todo un acierto el pub elegido.
De vuelta al alojamiento nos damos una vuelta y vemos el estilo señorial de este pueblo,
De vuelta al alojamiento nos damos una vuelta y vemos el estilo señorial de este pueblo,
y curiosa la foto de los cuervos en esa fachada, quiza Alfred Hitchcok se inspiró en una de estas fachadas para su película “The Birds”.
Sabía de la rarezas de los ingleses, conducen por la izquierda, inventan deportas muy raros, porque lo del cricket y el polo.....pero ya lo de entrar al baño ver dos cordones que cuelgan de unos interruptores ya es la leche, uno para la luz y el otro para que haya agua caliente, y después ya el "aparato" de la ducha es de flipar:
Día 4: Portrush-Malin
Head-Donegal
Madrugamos, pero el desayuno
no lo dan hasta las nueve, así que nos damos un paseo por los alrededores,
estamos al lado del mar, así hacemos gana, el desayuno es un poco más espartano
que el de Belfast, pero esta bien, sigue siendo British con su huevos,
salchichas y bacon además de tostadas y cereales.
Salimos sobre las 10 de la
mañana de Portrush para dirigirnos hacia Coleraine, donde no entraremos,
seguiremos por la carretera A2 hasta Magilligan donde cogeremos un ferry
transbordador para cruzar a Irlanda y ahorrarnos un buen montón de kilómetros
bordeando el Lough Foyle (algo así como un fiordo que separa ambas Irlandas en
este punto), el pasaje nos cuesta 10 libras, en 15 minutos desembarcamos en
Greencastle, de forma que ya hemos salido de Irlanda del Norte,
una vez ya en tierra firme nos vamos hacia Malin Head, el cabo Malin, el punto más al norte de Irlanda, no es un sitio explotado como la calzada donde estuvimos ayer, pero a mi me gusto más, unos acantilados de enamorar y mira por donde allí se rodaron escenas de Star Wars VIII, me hago algunas fotos de frikie y luego nos vamos a dar un gran paseo por los acantilados que rodean el cabo, simplemente impresionantes, y para muestra un botón:
una vez ya en tierra firme nos vamos hacia Malin Head, el cabo Malin, el punto más al norte de Irlanda, no es un sitio explotado como la calzada donde estuvimos ayer, pero a mi me gusto más, unos acantilados de enamorar y mira por donde allí se rodaron escenas de Star Wars VIII, me hago algunas fotos de frikie y luego nos vamos a dar un gran paseo por los acantilados que rodean el cabo, simplemente impresionantes, y para muestra un botón:
Después de más de una hora y
de un rato tumbados al sol (segundo día que no llueve), volvemos a buscar el
pub que se publicita como el más al norte de Irlanda, y donde parece ser que
Luke Skywalker pasaba largas horas cuando no rodaba….
Fotos frikies, después de
comer de p.m (puta madre, no post meridian)
Sobre las 4 salimos dirección
Donegal, tenemos el alojamiento en una granja a las afueras, tenemos unas dos
horas de camino, volvemos a pasar por pueblos fronterizos con Irlanda del
Norte, la verdad si no fuera porque las gasolineras están en libras no te
enteras en que Irlanda estas, aprovechamos y gastamos libras en monedas para no
tener que cambiarlas luego.
Sobre las 6 de la tarde y
siguiendo el google maps llegamos sin problemas a la granja, un sitio con mucho
encanto,
nos registramos y enseguida nos vamos al pueblo de Donegal para ver el Castillo, unas ruinas de su Abadía y lo más importante a cenar a una hora prudente.
nos registramos y enseguida nos vamos al pueblo de Donegal para ver el Castillo, unas ruinas de su Abadía y lo más importante a cenar a una hora prudente.
Día 5: Donegal - Conmemara - Clifden
Hoy tenemos un traslado
largo, salimos de Donegal, dirección Westport, para luego atravesar el condado
de Connemara y para llegar posteriormente a Clifden, donde haremos noche. El
desayuno de la granja de Donegal será el último tipo british, lo echaremos de
menos.
Como madrugamos, a mitad de
mañana decidimos parar en el pintoresco y turístico pueblo de Westport, y lo
que iba a ser una paradita se convierte en más de 3 horas, entramos en un café
en donde entablamos una charla que nos roba el tiempo, pero muy muy productiva,
para luego dar un paseo por sus calles, según leí, este pueblo y Clifden son de
los más recientes, fundados a finales del XIX.
Westport:
Westport:
Parecido razonable a la Peña Montañesa |
Seguimos camino, y de pronto
pasamos de un paisaje arbolado espectacular, a un paisaje más seco, tipo
praderas con algunas colinas pero sin árboles, estamos en Connemara, donde hay
un parque nacional (desconozco el porque de la protección de este territorio,
no es uno de los más bonitos bajo mi punto de vista), unos kilómetros antes de
cambiar el paisaje hemos visto la Abadía de Kylemore, lástima que están en
obras, pero su ubicación a orillas del lago es espectacular.
Por fin a mitad de tarde
llegamos a Clifden, el alojamiento es un hostel, justito, pero la habitación no
es de las compartidas, así que para dormir nos basta y las vista desde la
ventana buhardilla son estupendas.
Nos vamos primero a una bahía unos kilómetros al sur, donde osamos meter los pies en el agua, fría no, helada.
Nos vamos primero a una bahía unos kilómetros al sur, donde osamos meter los pies en el agua, fría no, helada.
Volvemos para pasear por el
pueblo, no tiene mucho pero es acogedor, buscamos para cenar un pub de los del
lugar, y nuevamente acertamos de lleno.
Nos retiramos pronto, mañana
y pasado tenemos los otros dos platos fuertes de este viaje, ir a las islas de
Aran y a los Acantilados de Moher.
Día 6: Clifden - Isla de
Inishmore - Galway
El objetivo de hoy es visitar
la isla más grande de las tres que conforman las islas de Aran, en la costa
oeste de Irlanda, para llegar allí podemos ir desde Rossaveel o desde Doolin,
nosotros cogeremos el barco desde el primero, que nos pilla más cerca de
nuestro punto de salida, así que en menos de una hora desde Clifden estamos en
el puerto de Rosaveel sacando los pasajes, 25 euros por barba (ida y vuelta),
el horario de salida “reza” las 10:30, pero no sé si porque igual ya esta lleno o
porque salen cuando les parece, nada más subir a bordo arrancamos y no son ni
las 10:00…..en poco más de 50 minutos atracamos en la isla de Inishmore,
dedicada al turismo,
alquilamos una bici para recorrer la isla, haremos unos 20 km en total.
alquilamos una bici para recorrer la isla, haremos unos 20 km en total.
Al principio es un poco
caótico, hemos salido todos a la vez, unos en bici, otros en furgonetas para
turistas, otros en carruajes tirados por caballos, y la carretera de un solo
carril, por lo que entre eso, el viento del Atlántico en contra, yo vuelvo a
jurar en irlandés.
Después de un rato la cosa se
relaja y ya vamos a nuestra marcha, además vamos hacer el trayecto en sentido
contrario al resto de todos los demás. Llegamos a la fortaleza de Dun Aonghasa,
hay que pagar entrada (5 euros), y acceder andando a las ruinas y a los
acantilados que alojan en su interior.
Historia y datos de esta
fortaleza (Wikipedia):
Dún
Aengus (en irlandés Dún Aonghasa) es el fuerte prehistórico más
famoso de los muchos que se encuentran en las isla de Aran. Está situado en la isla de Inishmore (Inis Mór), en la cima de un acantilado de
100 metros de
altura. Es un importante yacimiento arqueológico de la Edad de Bronce.
El fuerte consta de una serie de cuatro gruesos muros concéntricos
de piedra seca que llegan a alcanzar cuatro metros de espesor en algunas zonas.
Originalmente pudo haber sido oval o en forma de D, pero la parte más cercana
al acantilado se habría derrumbado, precipitándose al mar (no hay evidencias seguras
que confirmen esta tesis, sin embargo). Fuera del tercer anillo de paredes
aparece un sistema defensivo de losas de piedra (chevaux de frise) incrustadas
en la tierra, todavía bien conservado en gran parte. Destaca una losa de piedra
rectangular de grandes proporciones, la función de la cual aún es desconocida.
Fue obviamente una construcción defensiva, como el resto de fuertes
de la zona. Algunos han sugerido, basándose en su especial ubicación, que el
propósito inicial de Dún Aengus pudo haber sido religioso y no militar, quizá
utilizado como lugar de culto por los druidas. La localización
del fuerte también proporciona una vista de 120 km de línea costera,
que pudo haber facilitado el control sobre una ruta comercial marítima.
Información para el visitante
Los muros de Dún Aengus se han reconstruido hasta una altura de 6 metros y tienen sendas,
compartimientos y escaleras. La zona reconstruida se distingue fácilmente de la
construcción original por el uso del mortero.
La visita a Dún Aengus requiere una ligera ascensión y no hay valla
en el borde del acantilado, así que puede no ser un buen lugar para visitar con
niños o personas con problemas de movilidad. Hay un pequeño museo que ilustra
la historia de la fortaleza y sus posibles funciones.
El fuerte consta de una serie de cuatro gruesos muros concéntricos de piedra seca que llegan a alcanzar cuatro metros de espesor en algunas zonas.
El fuerte consta de una serie de cuatro gruesos muros concéntricos de piedra seca que llegan a alcanzar cuatro metros de espesor en algunas zonas.
Originalmente pudo haber sido oval o en forma de D, pero la parte
más cercana al acantilado se habría derrumbado, precipitándose al mar (no hay
evidencias seguras que confirmen esta tesis, sin embargo). Fuera del tercer
anillo de paredes aparece un sistema defensivo de losas de piedra (chevaux de
frise) incrustadas en la tierra, todavía bien conservado en gran parte. Destaca
una losa de piedra rectangular de grandes proporciones, la función de la cual
aún es desconocida.
Unas fotos más expuestas que otras:
de vuelta nuevamente con la
bici llegamos al punto de partida para retroceder un par de kilómetros y seguir
las indicaciones del “Black Fort” en irlandés “ Dún Dúchathair“, otra
fortaleza, ésta mucho más solitaria por su situación y a veces incomodo acceso,
el cual por en este caso es libre.
Tenemos que dejar las bicis
en el camino, éste se vuelve impracticable, y luego atravesar campos de piedras
y losas para llegar al fuerte, nuevamente con unos acantilados espectaculares,
comemos de picnic, pero no tardamos mucho, empieza a refrescar, mejor dicho
hace frio, y hasta las bicis tenemos una media hora andando.
Devolvemos la bici de alquiler (10 euros por bici y día).
Devolvemos la bici de alquiler (10 euros por bici y día).
Esperando el barco de vuelta
hace un frio de espanto, es agosto, y llevo camiseta manga corta, sudadera y chubasquero y estoy jodido frío, no me
extraña que en esta isla no haya más que “piedras y hierba” no hay árboles, el
clima por lo que veo en agosto, debe ser de lo más desapacible todo el año,
digamos que todas las nubes, borrascas que entran en Irlanda por el oeste,
pasan por aquí, a nosotros no nos ha llovido, pero frío bastante.
Como para gustos están los
colores, a mi no me ha convencido, quiza esperaba otra cosa, pero a ella le ha
encandilado.
Cerca de las 18:00 llegamos a
puerto, nos ponemos en marcha hacia nuestro nuevo alojamiento de hoy, bueno y
también de mañana, tenemos el alojamiento a las afueras de la ciudad de Galway;
que según google maps nos costará un poco más de una hora llegar….si si por los
cojones, realmente pasamos por la casa en ese tiempo, pero como el paisano no
tiene cartel en la fachada ni en la puerta, y la dirección que figura es la de
una zona o barrio, así que después de dar vueltas por los alrededores,
preguntar en un centro comercial cercano, a dos paisanos de la supuesta calle y
al vecino de una casa que apareció por allí, nos dice que es la sexta casa de
la calle, así que entramos por el jardín, llevamos una cara de mala hostia que
se ve a la legua, nos recibe el paisano y como se da cuenta, nos da bastante
coba.
Realmente la casa es muy
chula, pero le dijimos claramente que estábamos enfadados por las malas
indicaciones, el tío se disculpo y nos dijo que hacia unos días que las había
mejorado dando más detalles, en el lounge o salón para desayunar, estaba una
alemana y su hija que también les paso lo mismo el día anterior.
Después de todo esto se nos
ha hecho muy tarde y no nos da tiempo de ir al centro de Galway para cenar, así
que cenamos un menú de esos de pollo
rebozado en el centro comercial. A descansar que nos lo hemos ganado.
Día 7: Galway - Spanish
Point - Acantilados de Moher - Galway
Hoy es el gran día para mí, lo que más ilusión me hace ver, pero el clima
dice que no, que después de 3 días de sol, uno nublado y frío, hoy toca niebla
y agua,
pero no nos vamos a quedar parados, así que nosotros ponemos rumbo a los acantilados por la carretera costera, no se ve un pijo y el chirimiri es constante, llegamos a la entrada de los acantilados, donde se accede al igual que en la Calzada de los Gigantes por una zona de exposiciones, museo, cafetería y souvenirs. La niebla no deja ver absolutamente nada, por lo que retrocedemos unos kilómetros a Doolin, desde donde sale barcos para ver los acantilados desde la otra perspectiva, a nivel del mar.
Son las 12 y el jefe del chiriguito de los barcos nos dice que siempre hay más niebla arriba que a nivel del mar, y la verdad que es así, nos explica que la previsiones son mejores para las 4-5 de la tarde, por lo que cogemos carretera y manta y nos vamos a un pueblo que se llama Spanish Point unos 20 kilometros más allá de los acantilados.
pero no nos vamos a quedar parados, así que nosotros ponemos rumbo a los acantilados por la carretera costera, no se ve un pijo y el chirimiri es constante, llegamos a la entrada de los acantilados, donde se accede al igual que en la Calzada de los Gigantes por una zona de exposiciones, museo, cafetería y souvenirs. La niebla no deja ver absolutamente nada, por lo que retrocedemos unos kilómetros a Doolin, desde donde sale barcos para ver los acantilados desde la otra perspectiva, a nivel del mar.
Son las 12 y el jefe del chiriguito de los barcos nos dice que siempre hay más niebla arriba que a nivel del mar, y la verdad que es así, nos explica que la previsiones son mejores para las 4-5 de la tarde, por lo que cogemos carretera y manta y nos vamos a un pueblo que se llama Spanish Point unos 20 kilometros más allá de los acantilados.
Se llama así porque aquí se
estrello o mejor dicho naufragó gran parte de la
Armanda Invencible que mando Felipe II para ayudar a los irlandeses en una de
sus muchas batallas contra los ingleses, quizá por eso nos tienen bastante
aprecio por estas tierras. Hay un hotel que se llama La Armada, un monolito
conmemorativo de cuando visitaron este punto el los Reyes Juan Carlos I y Doña
Sofia.
En fin que me cae bien esta
gente.
Son casi las 3, decidimos ir
volviendo a Doolin para coger el barco si las previsiones se cumplen,
y la verdad que se cumplen, a las 4 zarpamos (ticket 15 euros) el oleaje es tremendo al salir del puerto, cada ola que cogemos nos mojamos, las de la primera fila de la zona descubierta esta noche no hace falta que se duchen…..A mi como me va el barro, voy de lado a lado hasta la zona delantera, para hacer fotos, imponentes los “Cliffs of the Moher”.
y la verdad que se cumplen, a las 4 zarpamos (ticket 15 euros) el oleaje es tremendo al salir del puerto, cada ola que cogemos nos mojamos, las de la primera fila de la zona descubierta esta noche no hace falta que se duchen…..A mi como me va el barro, voy de lado a lado hasta la zona delantera, para hacer fotos, imponentes los “Cliffs of the Moher”.
Antes de las 5 llegamos
nuevamente a puerto y cogemos el coche para irnos de nuevo a la entrada de los
acantilados, unos 4-5 kilometros desde el puerto, llegamos y ahora ya se ven
los coches del parking, esta mañana no se veía nada a más de 4-5 metros, aparte
de calarte.
La entrada son 8 euros,
puedes recorrerlos dirección norte o sur o
ambas, nosotros hacemos ambas pero hasta el final de cada lado. En
verano el horario es de 9:00 a 21:00
Hacemos muchas fotos, cada
una igual pero diferente, porque el sol sale y se esconde cada segundo, la luz
es diferente cada instante.
Después de un par de horas
que se nos pasan como si fueran 2 minutos, sobre las 7 volvemos al coche,
tenemos un buen rato hasta Galway, por lo que cenaremos por el camino, volvemos
por otra carretera interior, no es una zona turística, pasamos por un pueblo
llamado Kilnofera, vemos un pub que tiene pinta de ser de los que nos gustan,
paramos en la puerta y cenamos allí, una vegetable soup, y salmón. Es una sopa
de verduras de las mejores que he probado en mi vida, un pub típico de un
pueblo irlandés poco frecuentado. Otro acierto
Llegamos a Galway ya de noche
sobre casi las 10 de la noche. Directos a dormir
Día 8: Galway – Clonmacnoise –
Dublin
Hoy toca uno de los días más
relajados, solo tenemos que llegar a Dublin visitando las ruinas de
Clonmacnoise, pero dado que ninguno de las dos tardes-noche hemos podido ir al
centro de Galway, después de desayunar y despedirnos de nuestro alojamiento perdido,
decidimos ir a pasar la mañana a Galway, como en Dublin estuvimos un fin de semana el año pasado, lo damos por visto y preferimos pasar la mañana en Galway.
decidimos ir a pasar la mañana a Galway, como en Dublin estuvimos un fin de semana el año pasado, lo damos por visto y preferimos pasar la mañana en Galway.
Galway nos sorprende,
bullicio en sus calles pintorescas, ambiente muy animado, damos un buen paseo,
y nos tomamos un café en la terraza de un pub escuchando tocar maravillosamente a unas niñas el violín,
música irlandesa de fondo, un buen café, hace un poco de sol, pero no calienta
mucho, buena compañía, que más se puede pedir.
Una vez acabada la visita,
compramos viandas para comer antes de entrar a ver las ruinas camino de Dublin.
Cogemos la autopista M6 a Dublin, sobre las 2 ya estamos en el complejo monástico y una
vez hecho el picnic, con manga larga y sudadera puesta, entramos, otros 8
euros. El conjunto de iglesias, torres, cruces y tumbas es de impresión.
Aquí os dejo una reseña del
complejo monástico y luego las fotos:
Clonmacnoise es una abadía y
conjunto monástico paleocristiano situado a orillas
del Río Shannon. Su nombre en gaélico irlandés es Cluain Mhic
Nóis ("Prado de los Hijos de Nós")
Clonmacnoise fue fundado por San Ciarán en 545 d. C. Tuvo
una visión y buscó durante años el lugar adecuado para el futuro emplazamiento
de la abadía. Finalmente, junto con ocho compañeros, halló el lugar y también
a Diarmait Mac Cerbaill,
quien le ayudó a construir el primer edificio, una pequeña iglesia de madera. Diarmait se convertiría
en 565 en el primer Gran Rey de Irlanda cristiano, y el último
en seguir el ritual pagano de entronización en la colina de Tara.
El Templo
Finghín es una iglesia románica del siglo XII con
una torre circular irlandesa de 17 m de altura
, fue
finalizada en 1124.
El Templo
Connor data del siglo XI y fue usado por la Iglesia de Irlanda hasta
el siglo XVIII.
Actualmente es una iglesia protestante y
se mantiene cerrada al público. Otras iglesias en el recinto son el Templo
Kelly, el Templo Melaghlin (año 1200), el Templo Dowling ,
el Templo Hurpan y el Templo Ciarán. Este último es la iglesia más pequeña de Clonmacnoise
(mide sólo 2,8 x 3, 8 m) y la tradición afirma que contiene la tumba de San Ciarán.
Por el contrario, la
llamada Catedral de Clonmacnoise es la más grande de las iglesias del
lugar. Fue construida en 909 por Flann Sianna, Rey de Irlanda, y el abad
Colmán. La entrada oeste es una adición posterior de 1180, así como la entrada
norte.
En Clonmacnoise
existen también dos cruces célticas, llamadas Cruz del
Sur (ornamental) y Cruz de las Escrituras. La Cruz de las Escrituras
mide 4 metros de altura y fue esculpida a partir de un único bloque de arenisca hacia
el año 900. Es una de las cruces célticas más bellamente trabajadas de Irlanda
y reviste un interés especial por sus inscripciones.
Sobre las 7 llegamos a
Dublin, ya conduzco de p.m. llego al centro de Dublin e incluso lo meto en el
parking, esto esta dominado lástima que se acaba.
Vamos al hostel, para hoy no
encontramos nada de un precio normal, o era muy caro o muy barato, enseguida
vimos porque, mañana es la maratón de Dublin hay montón de peña que ha venido
de propio.
Nos alojamos en el Abrahams
Hostel, abstenerse, cutre no, lo siguiente. Menos mal que solo es una noche y
además la última, mañana dormiremos ya en Zaragoza. Unos más simples que otros,
hasta ahora los alojamientos han estado bien o muy bien, pero este es una
calamidad, nada que ver con el Abbey Cour Hostel del año pasado, pero lo dicho, no
había otra cosa.
Cenamos en la zona del Temple
Bar y luego visita obligada al pub fetiche de mi buena compañera de viaje, “The Celtc” en la calle Talbot.
Estamos muy cansados, un
pinta y a dormir, bueno a cerrar los ojos.
Día 9: Dublin – Zaragoza
Después de un desayuno más que sencillo, salimos
pitando por si cortan las calles para el maratón, tenemos que devolver el coche
antes de las 12 en el aeropuerto y el vuelo sale a la una. Una vez devuelto,
nos llevan en la furgo a la terminal y a pasar controles, y aquí la señora me
metió en mi bolsa un par de mermeladas de whisky que
compró y allí estuve yo esperando y mientras revisaban mi equipaje que iba y venía por
la cinta y encima se pusó a discutir con el vigilante, ya me veía yo agachao y al poli con el guante de latex…..al final se quedaron las mermeladas.
Sin más llegamos a Barajas,
vamos a la T4, bus de Zaragoza y a casica.
Así acaba nuestra ruta por
Irlanda, espero os guste o sirva de referencia algo de lo expuesto si vais por
esa zona.
Si vais a Dublin, os dejo una pequeña guía de las cosas que vimos en el viaje de enero de 2016 :
-O'Connell Street
-Trinity College y el libro de Kells
-La Catedral de San Patricio (de pago si no vas a los oficios)
-La Catedral ChristChurch
-Temple Bar
-Fábrica museo de la Guinness
-El castillo de Dublin (lo que queda)
y en suma pasear, callejear y tomar pintas y buena comida en los pubs (ojo, no en todos se come bien) y si podeis contratar un Walking Tour, en una mañana y en un paseo de 3-4 horas os enseñan todo los más importante
Si vais a Dublin, os dejo una pequeña guía de las cosas que vimos en el viaje de enero de 2016 :
-O'Connell Street
-Trinity College y el libro de Kells
-La Catedral de San Patricio (de pago si no vas a los oficios)
-La Catedral ChristChurch
-Temple Bar
-Fábrica museo de la Guinness
-El castillo de Dublin (lo que queda)
y en suma pasear, callejear y tomar pintas y buena comida en los pubs (ojo, no en todos se come bien) y si podeis contratar un Walking Tour, en una mañana y en un paseo de 3-4 horas os enseñan todo los más importante
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