lunes, 4 de septiembre de 2017

-Irlanda (AGO-17)

Aunque mi blog esta principalmente dedicado a mis andanzas por la montaña, tiene un sección en la que hace muchos años que no publico nada, es la de viajes, por supuesto que estos años he viajado algo pero esta sección esta reservada a sitios de bonitos paisajes, y este año Irlanda ha puesto el listón muy alto. Hemos recorrido la mitad norte de la isla, desde Dublín fuimos a la capital de Irlanda del Norte (Belfast) y desde allí fuimos casi siempre por carreteras costeras bajando por la costa oeste hasta Galway para de allí volver a Dublín, por resumir aparte de bonitos paisajes costeros y pintorescos pueblos, lo más renombrado que hemos visto ha sido la Calzada de los Gigantes, el cabo Malin (punto más septentrional de la isla), los acantilados de Moher y la isla de Inishmore, han sido 8 días muy intensos que sino os aburrís con mi relato comienzo a detallar:

Día 1: Zaragoza-Belfast

Cogemos en Zaragoza el autobús de  Alsa que te lleva a la T4 de Barajas a las 3:15 de la mañana, si a las 3:15 por lo que nos levantamos a las 2:00 que no sé si es madrugar o despertarte con una pesadilla, sobre las 7:00 nos deja allí, cogemos el bus de transito a la T1, ahora toca esperar porque nuestro vuelo sale a las 10:35, pero es Ryanair, asi que sale cuando le sale de los cojones, en este caso casi una hora más tarde.
Una vez en el aeropuerto de Dublín, aterrizamos lloviendo para irnos acostumbrando,  tenemos que localizar la parada de las furgonetas que te llevan al parking donde están todas las compañías de coches de alquiler, menos mal que esta bien indicado, allí nos toca esperar, primer contratiempo, toca sablazo por incluir segundo conductor, nada que ver con lo que ponía en la web, segundo contratiempo,  el coche asignado no le va bien el cierre automático, entre pitos y flautas otra hora más, ya son dos. Son casi las 3 hora local y sin comer nada desde Barajas, que era una hora más, mi estómago ya habla hasta gaélico. Por fin nos dan un Wolkswagen Polo, yo no me atrevo ni a tocarlo, conduce mi compañera  que no es la primera vez que conduce por estas tierras con el sentido inverso.

Primera rotonda, yo miro hasta para arriba por si viene alguno, joder que lío, sin embargo ella va tan feliz, yo con el plano, tenemos que coger la autopista M1 a Belfast, no problem, esta perfectamente indicado, tenemos casi 2 horas, una vez ya en ruta nos salimos al primer pueblo que indica, para comer algo, aunque sea comida rápida, son las 4 y ya se oyen más los rugidos de mis tripas que el motor del coche, sino recuerdo mal se llamaba Balbriggan, pueblo costero, allí comemos algo rápido y cojo yo el coche para probar, madre mía o controlo la distancia de los lados o cambio de marcha con la izquierda, las dos cosas a la vez no puedo, meto cuarta en vez de primera, que desastre, para liarla más sigo el cartel que pone playa para verla y me meto en un sitio sin salida, hasta un paisano me sigue con su coche para ver que me pasa, si me he perdido, a lo que le contesto que no, que solo es mi primera vez conduciendo por la izquierda……así que le devuelvo los mandos para que nos saque de allí a la autopista, donde lo volveré a coger, así para empezar ya casi he aprendido a jurar en irlandés.

A la entrada a Belfast, cambio de conductor, no estoy preparado para meterme en una ciudad todavía, yo le guio con el google maps y sin más problemas llegamos a nuestro destino, una casa de huéspedes (guest house) muy bonita tanto por fuera como por dentro, estilo British.
Y como son así de raros (estamos dentro del Reino Unido) me habían mandado un mensaje con instrucciones por si no había nadie a nuestra llegada, como así fue,detrás de la primera puerta de madera hay una caja de seguridad, me dieron el código y allí estaba un sobre con mi nombre y la llave”, y si no llega a ser por nosotros, la pareja de chicas que venía detrás se pasa la noche en el jardín (a ellas no les habían mandado el mensaje de en busca del tesoro).

Dejamos las cosas y nos vamos al centro, a unos 20 min andando, estamos enfrente de la bonita universidad de estilo victoriano, entre pitos y flautas son casi las 8 de la tarde, nos pilla un chaparrón bien majo y recio, así que llegamos al centro justos ya para cenar, que aquí a las 9-9:30 cierran cocina como muy tarde, así que acabamos la tarde gris en un italiano, apuesta siempre segura si no tienes tiempo de mirar o elegir.

Día 2: Belfast

Me levanto con ganas de hacer fotos, nuestro alojamiento:




después de un rico desayuno en el salón estilo inglés, 



vamos a por el plato fuerte del día que es contratar el tour de los murales con un taxi, para el que no sepa de que hablo, en Belfast el barrio católico (pro-irlandes) y el barrio protestante (pro-británico) están separados por un muro, y en muchísimas casas de ambos lados hay auténticas obras de arte en las fachadas de los lados exaltando o conmemorando a sus victimas y a sus facciones digamos “paramilitares”, para unos asesinos para otros heroes. 

El taxista pone mucho interés en contarnos todos los episodios, paramos y bajamos del taxi multitud de veces, pero su acento nor-irlandes hace que no le pillemos una, una pena la verdad.
Aquí van unas fotos de los “murales”, no hace falta que diga cuando pasamos de un barrio a otro.






















Después de ver todo esto, os aseguro que se te queda el corazón un poco encogido, todavía se palpa el odio que hubo y que hay, al ver todos estos "murales", sin embargo una vez sales de estos dos barrios, el ambiente en la ciudad es totalmente diferente.

La visita acaba en la sede del Sin Fein, el brazo político del IRA, y luego amablemente nos acerca a la Catedral de Santa Ana, cerca del centro, donde en la plaza de enfrente hay un monumento a las brigadas del Ulster que vinieron a España a luchar contra el fascismo en "nuestra" Guerra Civil. 






El tour en taxi ha durado hora y media, muy intensa, el precio 35 libras, precio cerrado al reservarlo por teléfono (nos los reservó la dueña de la casa, no nos atrevimos a hacerlo nosotros, no hubiéramos pillado una).

Es hora de un alto en al camino para asimilar todo lo que hemos visto, nada mejor que una pinta antes de comer,






Como el desayuno ha sido British, para comer aprovechamos la visita al St. George’s Market, un sitio donde puedes encontrar artesanía, productos típicos y puestos de comida de todo tipo, incluso tapas y paella , así que comemos sobre la marcha.



Ponemos rumbo hacia el puerto, en 2012 con motivo del centenario de la botadura del Titanic, hicieron un museo y una ruta paseo por la orilla del río hasta los muelles, pero antes tomamos algo en un pub con mucha historia, no sé si el más antiguo o no, en la fachada pone 1711, es el McHughs y aunque estemos en territorio británico no deja de ser tierra irlandesa, así que como es costumbre en los pubs irlandeses también dan comidas, pero nosotros solo queremos postre, por cierto deliciosos (pero nos costo mucho entendernos, dichoso acento), nos comemos un rico postre mientras escuchamos un grupo ensayando música irlandesa, ni hecho a propósito).





Seguimos hacia el puerto, donde hay otro icono de la ciudad, este pececito….






También del Titanic en su posición más natural…..


El paseo es muy largo, así que para volver e ir a otro punto digamos que conflictivo en sus tiempos, cogemos un taxi, vamos al Freedom Corner, nuevamente lleno de murales, pero esta vez solo protestantes y mezclados con murales de homenaje a los que trabajaron en los astilleros de Belfast.










De camino a nuestra guest house, vemos el Ayuntamiento, 






entramos en la Queens University (fundada en 1849) y en el Botanic Garden, que están a 5 minutos de nuestro alojamiento.











Ha sido un día duro, así que cenamos en un pub, al lado de casa y nos vamos pronto a dormir, mañana hay que madrugar, saldremos hacia la Giant’s Causeway o Calzada de los Gigantes, a casi 2 horas de Belfast, ya que iremos por carreteras pintorescas en vez de ir más directos.

Mi sensación particular de Belfast, es que no es una ciudad turística, esta empezando poco a poco, un ejemplo, souvenirs solo vi en el museo del Titanic, y todos con el barquito, no sabría bien como definirla, tampoco es bonita a la vista salvo algunas monumentos en concreto, pero lo que más impacta sin duda es el tema de las pintadas, espero que sigan pudiéndose recorrer, será señal de que sigue la paz entre católicos y protestantes.

Día 3: Belfast - Giants Causeway - Portrush

Después de 2 noches en Belfast, hoy dormiremos en Portrush, a unos 20 minutos en coche de uno de los puntos fuertes del viaje.
Nuevamente con google maps para salir de la ciudad, como he dicho no cogemos la autopista ni la carretera que nos llevaría directos hasta Coleraine y de allí a la Calzada, sino que nos desviamos a la derecha para ir por la costa este hasta alcanzar la Calzada en el norte, pasamos por pueblos muy majos, pero no paramos porque vamos justos de tiempo. 



Al ir por la parte este, antes de llegar a la calzada, tenemos el Carrick-a-Rede Rope Bridge, un puente colgante que une un islote con tierra firme, pero como hay que pasar de uno en uno, el tiempo de espera es de varias horas ahora en agosto así que llegamos hacemos las fotos pero no pasamos, (el pase son 7 libras). Las fotos merecen la pena:










Sobre las 3 más o menos llegamos a la entrada de la calzada de los gigantes, la entrada cuesta 10,50 libras por barba, antes de nada un breve explicación de lo que es la calzada, aviso que es un corta y pega de la Wikipedia, que sino me canso de escribir:

La Calzada del Gigante o de los Gigantes (The Giant's Causeway) es un área que contiene unas 40 000 columnas de basalto provenientes del enfriamiento relativamente rápido de lava en un cráter, que ocurrió hace unos 60 millones de años. Se encuentra en la costa nororiental de la isla de Irlanda unos 3 km al norte de Bushmills en Irlanda del Norte. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986.
Cuenta la leyenda que había dos gigantes, uno de Irlanda (Finn) y otro de Staffa (Bennandoner), que se llevaban muy mal y continuamente se tiraban rocas. De tanto tirar rocas se formó un campo de piedras sobre el mar. El gigante escocés decidió pasar el camino de rocas y derrotar a su adversario, pues éste era más fuerte que el otro. La mujer del gigante irlandés (Oonagh) vio cómo venía el gigante escocés, así que decidió vestir a su marido de bebé. Al llegar el escocés y ver que el bebé era tan grande, pensó que su padre sería el triple de grande, así que huyó pisando muy fuerte las rocas, para que se hundieran en el mar y que el otro gigante no pudiera llegar a Staffa.

Una vez puestos en antecedentes, ahí van unas cuantas fotos de la calzada así como del agradable paseo por los acantilados, en total la visita-paseo duró un poco más de dos horas.


















Cogemos coche de nuevo pero antes de llegar a Portrush, nos desviamos un pelín para ver el “Dunluce Castle”







Y así sobre las 18:30 horas, dentro de horario previsto llegamos a nuestro destino, otra casa de huéspedes, su nombre Ramona, era lo único que sabían de español sus dueños, nos atiende un abuelo que no le pillo una, no sé si habla en inglés o se esta sonando la nariz, hay que pagar al registrarnos, me pasa la tarjeta 3 veces y claro sino pone el importe y no  meto el  pin mal me va a cobrar, tengo que pasarla yo, empezamos bien, nos da la habitación nº 11, igual que en Belfast, que casualidad, y también en  la tercera planta, aquí los ascensores salen en las películas.






Resulta que este pueblo, es una miniciudad turística de vacaciones, muy coqueto, hay varios salas de apuestas y minicasinos, varias tiendas de todo un poco con su toque rancio británico, pero nosotros buscamos un pub para cenar, hay varios por las calles principales, pero nos alejamos un poco para buscar un pub donde vayan los paisanos locales y le voila, entablamos conversación con una típica british bebedora de cerveza, nos cuenta que va todos los veranos a Alicante a tomar el sol y supongo que a beberse hasta el agua de los floreros. 

Pero mientras nos suelta el rollo de Alicante, mi compañera esta pensando que cerveza quiere, el camarero le da a probar dos, ella quiere una más fuerte y le salta al tío que quiere una inglesa, pero ha ido a parar con un simpatizante irlandés así que le suelta: señora esta en Irlanda, de forma que se acabo la discusión, yo no tengo problema porque solo bebo Guinness, cenamos guiso cordero cerveza a la Guinness,  espectacular y una seafood soap buenisima, todo un acierto el pub elegido.





De vuelta al alojamiento nos damos una vuelta y vemos el estilo señorial de este pueblo, 





y curiosa la foto de los cuervos en esa fachada, quiza Alfred Hitchcok se inspiró en una de estas fachadas para su película “The Birds”.



Sabía de la rarezas de los ingleses, conducen por la izquierda, inventan deportas muy raros, porque lo del cricket y el polo.....pero ya lo de entrar al baño ver dos cordones que cuelgan de unos interruptores ya es la leche, uno para la luz y el otro para que haya agua caliente, y después ya el "aparato" de la ducha es de flipar:




Día 4: Portrush-Malin Head-Donegal
Madrugamos, pero el desayuno no lo dan hasta las nueve, así que nos damos un paseo por los alrededores, estamos al lado del mar, así hacemos gana, el desayuno es un poco más espartano que el de Belfast, pero esta bien, sigue siendo British con su huevos, salchichas y bacon además de tostadas y cereales.


Salimos sobre las 10 de la mañana de Portrush para dirigirnos hacia Coleraine, donde no entraremos, seguiremos por la carretera A2 hasta Magilligan donde cogeremos un ferry transbordador para cruzar a Irlanda y ahorrarnos un buen montón de kilómetros bordeando el Lough Foyle (algo así como un fiordo que separa ambas Irlandas en este punto), el pasaje nos cuesta 10 libras, en 15 minutos desembarcamos en Greencastle, de forma que ya hemos salido de Irlanda del Norte, 





una vez ya en tierra firme nos vamos hacia Malin Head, el cabo Malin, el punto más al norte de Irlanda, no es un sitio explotado como la calzada donde estuvimos ayer, pero a mi me gusto más, unos acantilados de enamorar y mira por donde allí se rodaron escenas de Star Wars VIII, me hago algunas fotos de frikie y luego nos vamos a dar un gran paseo por los acantilados que rodean el cabo, simplemente impresionantes, y para muestra un botón:








Después de más de una hora y de un rato tumbados al sol (segundo día que no llueve), volvemos a buscar el pub que se publicita como el más al norte de Irlanda, y donde parece ser que Luke Skywalker pasaba largas horas cuando no rodaba….

Fotos frikies, después de comer de p.m (puta madre, no post meridian)



Sobre las 4 salimos dirección Donegal, tenemos el alojamiento en una granja a las afueras, tenemos unas dos horas de camino, volvemos a pasar por pueblos fronterizos con Irlanda del Norte, la verdad si no fuera porque las gasolineras están en libras no te enteras en que Irlanda estas, aprovechamos y gastamos libras en monedas para no tener que cambiarlas luego.
Sobre las 6 de la tarde y siguiendo el google maps llegamos sin problemas a la granja, un sitio con mucho encanto,




nos registramos y enseguida nos vamos al pueblo de Donegal para ver el Castillo, unas ruinas de su Abadía y lo más importante a cenar a una hora prudente.










Día 5: Donegal -  Conmemara - Clifden

Hoy tenemos un traslado largo, salimos de Donegal, dirección Westport, para luego atravesar el condado de Connemara y para llegar posteriormente a Clifden, donde haremos noche. El desayuno de la granja de Donegal será el último tipo british, lo echaremos de menos.
Como madrugamos, a mitad de mañana decidimos parar en el pintoresco y turístico pueblo de Westport, y lo que iba a ser una paradita se convierte en más de 3 horas, entramos en un café en donde entablamos una charla que nos roba el tiempo, pero muy muy productiva, para luego dar un paseo por sus calles, según leí, este pueblo y Clifden son de los más recientes, fundados a finales del XIX.

Westport:


Parecido razonable a la Peña Montañesa 






Seguimos camino, y de pronto pasamos de un paisaje arbolado espectacular, a un paisaje más seco, tipo praderas con algunas colinas pero sin árboles, estamos en Connemara, donde hay un parque nacional (desconozco el porque de la protección de este territorio, no es uno de los más bonitos bajo mi punto de vista), unos kilómetros antes de cambiar el paisaje hemos visto la Abadía de Kylemore, lástima que están en obras, pero su ubicación a orillas del lago es espectacular.






Por fin a mitad de tarde llegamos a Clifden, el alojamiento es un hostel, justito, pero la habitación no es de las compartidas, así que para dormir nos basta y las vista desde la ventana buhardilla son estupendas. 







Nos vamos primero a una bahía unos kilómetros al sur, donde osamos meter los pies en el agua, fría no, helada.





Volvemos para pasear por el pueblo, no tiene mucho pero es acogedor, buscamos para cenar un pub de los del lugar, y nuevamente acertamos de lleno.












Nos retiramos pronto, mañana y pasado tenemos los otros dos platos fuertes de este viaje, ir a las islas de Aran y a los Acantilados de Moher.

Día 6: Clifden - Isla de Inishmore - Galway

El objetivo de hoy es visitar la isla más grande de las tres que conforman las islas de Aran, en la costa oeste de Irlanda, para llegar allí podemos ir desde Rossaveel o desde Doolin, nosotros cogeremos el barco desde el primero, que nos pilla más cerca de nuestro punto de salida, así que en menos de una hora desde Clifden estamos en el puerto de Rosaveel sacando los pasajes, 25 euros por barba (ida y vuelta), el horario de salida “reza” las 10:30, pero no sé si porque igual ya esta lleno o porque salen cuando les parece, nada más subir a bordo arrancamos y no son ni las 10:00…..en poco más de 50 minutos atracamos en la isla de Inishmore, dedicada al turismo, 



alquilamos una bici para recorrer la isla, haremos unos 20 km en total.
Al principio es un poco caótico, hemos salido todos a la vez, unos en bici, otros en furgonetas para turistas, otros en carruajes tirados por caballos, y la carretera de un solo carril, por lo que entre eso, el viento del Atlántico en contra, yo vuelvo a jurar en irlandés.


Después de un rato la cosa se relaja y ya vamos a nuestra marcha, además vamos hacer el trayecto en sentido contrario al resto de todos los demás. Llegamos a la fortaleza de Dun Aonghasa, hay que pagar entrada (5 euros), y acceder andando a las ruinas y a los acantilados que alojan en su interior.
Historia y datos de esta fortaleza (Wikipedia):
Dún Aengus (en irlandés Dún Aonghasa) es el fuerte prehistórico más famoso de los muchos que se encuentran en las isla de Aran. Está situado en la isla de Inishmore (Inis Mór), en la cima de un acantilado de 100 metros de altura. Es un importante yacimiento arqueológico de la Edad de Bronce.
El fuerte consta de una serie de cuatro gruesos muros concéntricos de piedra seca que llegan a alcanzar cuatro metros de espesor en algunas zonas. Originalmente pudo haber sido oval o en forma de D, pero la parte más cercana al acantilado se habría derrumbado, precipitándose al mar (no hay evidencias seguras que confirmen esta tesis, sin embargo). Fuera del tercer anillo de paredes aparece un sistema defensivo de losas de piedra (chevaux de frise) incrustadas en la tierra, todavía bien conservado en gran parte. Destaca una losa de piedra rectangular de grandes proporciones, la función de la cual aún es desconocida.

Fue obviamente una construcción defensiva, como el resto de fuertes de la zona. Algunos han sugerido, basándose en su especial ubicación, que el propósito inicial de Dún Aengus pudo haber sido religioso y no militar, quizá utilizado como lugar de culto por los druidas. La localización del fuerte también proporciona una vista de 120 km de línea costera, que pudo haber facilitado el control sobre una ruta comercial marítima.
Información para el visitante

Los muros de Dún Aengus se han reconstruido hasta una altura de 6 metros y tienen sendas, compartimientos y escaleras. La zona reconstruida se distingue fácilmente de la construcción original por el uso del mortero.

La visita a Dún Aengus requiere una ligera ascensión y no hay valla en el borde del acantilado, así que puede no ser un buen lugar para visitar con niños o personas con problemas de movilidad. Hay un pequeño museo que ilustra la historia de la fortaleza y sus posibles funciones. 
El fuerte consta de una serie de cuatro gruesos muros concéntricos de piedra seca que llegan a alcanzar cuatro metros de espesor en algunas zonas.
Originalmente pudo haber sido oval o en forma de D, pero la parte más cercana al acantilado se habría derrumbado, precipitándose al mar (no hay evidencias seguras que confirmen esta tesis, sin embargo). Fuera del tercer anillo de paredes aparece un sistema defensivo de losas de piedra (chevaux de frise) incrustadas en la tierra, todavía bien conservado en gran parte. Destaca una losa de piedra rectangular de grandes proporciones, la función de la cual aún es desconocida.

 Unas fotos más expuestas que otras:










de vuelta nuevamente con la bici llegamos al punto de partida para retroceder un par de kilómetros y seguir las indicaciones del “Black Fort” en irlandés “ Dún Dúchathair“, otra fortaleza, ésta mucho más solitaria por su situación y a veces incomodo acceso, el cual por en este caso es libre.





Tenemos que dejar las bicis en el camino, éste se vuelve impracticable, y luego atravesar campos de piedras y losas para llegar al fuerte, nuevamente con unos acantilados espectaculares, comemos de picnic, pero no tardamos mucho, empieza a refrescar, mejor dicho hace frio, y hasta las bicis tenemos una media hora andando. 

















Devolvemos la bici de alquiler (10 euros por bici y día).
Esperando el barco de vuelta hace un frio de espanto, es agosto, y llevo camiseta manga corta, sudadera  y chubasquero y estoy jodido frío, no me extraña que en esta isla no haya más que “piedras y hierba” no hay árboles, el clima por lo que veo en agosto, debe ser de lo más desapacible todo el año, digamos que todas las nubes, borrascas que entran en Irlanda por el oeste, pasan por aquí, a nosotros no nos ha llovido, pero frío bastante.




Como para gustos están los colores, a mi no me ha convencido, quiza esperaba otra cosa, pero a ella le ha encandilado.
Cerca de las 18:00 llegamos a puerto, nos ponemos en marcha hacia nuestro nuevo alojamiento de hoy, bueno y también de mañana, tenemos el alojamiento a las afueras de la ciudad de Galway; que según google maps nos costará un poco más de una hora llegar….si si por los cojones, realmente pasamos por la casa en ese tiempo, pero como el paisano no tiene cartel en la fachada ni en la puerta, y la dirección que figura es la de una zona o barrio, así que después de dar vueltas por los alrededores, preguntar en un centro comercial cercano, a dos paisanos de la supuesta calle y al vecino de una casa que apareció por allí, nos dice que es la sexta casa de la calle, así que entramos por el jardín, llevamos una cara de mala hostia que se ve a la legua, nos recibe el paisano y como se da cuenta, nos da bastante coba.
Realmente la casa es muy chula, pero le dijimos claramente que estábamos enfadados por las malas indicaciones, el tío se disculpo y nos dijo que hacia unos días que las había mejorado dando más detalles, en el lounge o salón para desayunar, estaba una alemana y su hija que también les paso lo mismo el día anterior.
Después de todo esto se nos ha hecho muy tarde y no nos da tiempo de ir al centro de Galway para cenar, así que cenamos un menú de esos  de pollo rebozado en el centro comercial. A descansar que nos lo hemos ganado.

Día 7: Galway - Spanish Point - Acantilados de Moher - Galway

Hoy es el gran día para mí,  lo que más ilusión me hace ver, pero el clima dice que no, que después de 3 días de sol, uno nublado y frío, hoy toca niebla y agua, 






pero no nos vamos a quedar parados, así que nosotros ponemos rumbo a los acantilados por la carretera costera, no se ve un pijo y el chirimiri es constante, llegamos a la entrada de los acantilados, donde se accede al igual que en la Calzada de los Gigantes por una zona de exposiciones, museo, cafetería y souvenirs. La niebla no deja ver absolutamente nada, por lo que retrocedemos unos kilómetros a Doolin, desde donde sale barcos para ver los acantilados desde la otra perspectiva, a nivel del mar. 

Son las 12 y el jefe del chiriguito de los barcos nos dice que siempre hay más niebla arriba que a nivel del mar, y la verdad que es así, nos explica que la previsiones son mejores para las 4-5 de la tarde, por lo que cogemos carretera y manta y nos vamos a un pueblo que se llama Spanish Point unos 20 kilometros más allá de los acantilados.
Se llama así porque aquí se estrello o mejor dicho naufragó gran parte de  la Armanda Invencible que mando Felipe II para ayudar a los irlandeses en una de sus muchas batallas contra los ingleses, quizá por eso nos tienen bastante aprecio por estas tierras. Hay un hotel que se llama La Armada, un monolito conmemorativo de cuando visitaron este punto el los Reyes Juan Carlos I y Doña Sofia.




En fin que me cae bien esta gente.


Son casi las 3, decidimos ir volviendo a Doolin para coger el barco si las previsiones se cumplen, 




y la verdad que se cumplen, a las 4 zarpamos (ticket 15 euros) el oleaje es tremendo al salir del puerto, cada ola que cogemos nos mojamos, las de la primera fila de la zona descubierta esta noche no hace falta que se duchen…..A mi como me va el barro, voy de lado a lado hasta la zona delantera, para hacer fotos, imponentes los “Cliffs of the Moher”.
Perspectiva desde el barco:










Antes de las 5 llegamos nuevamente a puerto y cogemos el coche para irnos de nuevo a la entrada de los acantilados, unos 4-5 kilometros desde el puerto, llegamos y ahora ya se ven los coches del parking, esta mañana no se veía nada a más de 4-5 metros, aparte de calarte.
La entrada son 8 euros, puedes recorrerlos dirección norte o sur o  ambas, nosotros hacemos ambas pero hasta el final de cada lado. En verano el horario es de 9:00 a 21:00

Hacemos muchas fotos, cada una igual pero diferente, porque el sol sale y se esconde cada segundo, la luz es diferente cada instante.
















Después de un par de horas que se nos pasan como si fueran 2 minutos, sobre las 7 volvemos al coche, tenemos un buen rato hasta Galway, por lo que cenaremos por el camino, volvemos por otra carretera interior, no es una zona turística, pasamos por un pueblo llamado Kilnofera, vemos un pub que tiene pinta de ser de los que nos gustan, paramos en la puerta y cenamos allí, una vegetable soup, y salmón. Es una sopa de verduras de las mejores que he probado en mi vida, un pub típico de un pueblo irlandés poco frecuentado. Otro acierto




Llegamos a Galway ya de noche sobre casi las 10 de la noche. Directos a dormir


Día 8: Galway – Clonmacnoise – Dublin

Hoy toca uno de los días más relajados, solo tenemos que llegar a Dublin visitando las ruinas de Clonmacnoise, pero dado que ninguno de las dos tardes-noche hemos podido ir al centro de Galway, después de desayunar y despedirnos de nuestro alojamiento perdido,







decidimos ir a pasar la mañana a Galway, como en Dublin estuvimos un fin de semana el año pasado, lo damos por visto y preferimos pasar la mañana en Galway.









Galway nos sorprende, bullicio en sus calles pintorescas, ambiente muy animado, damos un buen paseo, y nos tomamos un café en la terraza de un pub escuchando tocar  maravillosamente a unas niñas el violín, música irlandesa de fondo, un buen café, hace un poco de sol, pero no calienta mucho, buena compañía, que más se puede pedir.







Una vez acabada la visita, compramos viandas para comer antes de entrar a ver las ruinas camino de Dublin. Cogemos la autopista M6 a Dublin, sobre las 2 ya estamos en el complejo monástico y una vez hecho el picnic, con manga larga y sudadera puesta, entramos, otros 8 euros. El conjunto de iglesias, torres, cruces y tumbas es de impresión.
Aquí os dejo una reseña del complejo monástico y luego las fotos:
Clonmacnoise es una abadía y conjunto monástico paleocristiano situado a orillas del Río Shannon. Su nombre en gaélico irlandés es Cluain Mhic Nóis ("Prado de los Hijos de Nós")

Clonmacnoise fue fundado por San Ciarán en 545 d. C. Tuvo una visión y buscó durante años el lugar adecuado para el futuro emplazamiento de la abadía. Finalmente, junto con ocho compañeros, halló el lugar y también a Diarmait Mac Cerbaill, quien le ayudó a construir el primer edificio, una pequeña iglesia de madera. Diarmait se convertiría en 565 en el primer Gran Rey de Irlanda cristiano, y el último en seguir el ritual pagano de entronización en la colina de Tara.
El Templo Finghín es una iglesia románica del siglo XII con una torre circular irlandesa de 17 m de altura , fue finalizada en 1124.
El Templo Connor data del siglo XI y fue usado por la Iglesia de Irlanda hasta el siglo XVIII. Actualmente es una iglesia protestante y se mantiene cerrada al público. Otras iglesias en el recinto son el Templo Kelly, el Templo Melaghlin (año 1200), el Templo Dowling , el Templo Hurpan y el Templo Ciarán. Este último es la iglesia más pequeña de Clonmacnoise (mide sólo 2,8 x 3, 8 m) y la tradición afirma que contiene la tumba de San Ciarán.
Por el contrario, la llamada Catedral de Clonmacnoise es la más grande de las iglesias del lugar. Fue construida en 909 por Flann Sianna, Rey de Irlanda, y el abad Colmán. La entrada oeste es una adición posterior de 1180, así como la entrada norte.
En Clonmacnoise existen también dos cruces célticas, llamadas Cruz del Sur (ornamental) y Cruz de las Escrituras. La Cruz de las Escrituras mide 4 metros de altura y fue esculpida a partir de un único bloque de arenisca hacia el año 900. Es una de las cruces célticas más bellamente trabajadas de Irlanda y reviste un interés especial por sus inscripciones.

















Sobre las 7 llegamos a Dublin, ya conduzco de p.m. llego al centro de Dublin e incluso lo meto en el parking, esto esta dominado lástima que se acaba.
Vamos al hostel, para hoy no encontramos nada de un precio normal, o era muy caro o muy barato, enseguida vimos porque, mañana es la maratón de Dublin hay montón de peña que ha venido de propio.
Nos alojamos en el Abrahams Hostel, abstenerse, cutre no, lo siguiente. Menos mal que solo es una noche y además la última, mañana dormiremos ya en Zaragoza. Unos más simples que otros, hasta ahora los alojamientos han estado bien o muy bien, pero este es una calamidad, nada que ver con el Abbey Cour Hostel del año pasado, pero lo dicho, no había otra cosa.
Cenamos en la zona del Temple Bar y luego visita obligada al pub fetiche de mi buena compañera de viaje,  “The Celtc” en la calle Talbot.



Estamos muy cansados, un pinta y a dormir, bueno a cerrar los ojos.


Día 9: Dublin – Zaragoza

Después de un desayuno más que sencillo, salimos pitando por si cortan las calles para el maratón, tenemos que devolver el coche antes de las 12 en el aeropuerto y el vuelo sale a la una. Una vez devuelto, nos llevan en la furgo a la terminal y a pasar controles, y aquí la señora me metió en mi bolsa un par de mermeladas de whisky que compró y allí estuve yo esperando y mientras revisaban mi equipaje que iba y venía por la cinta y encima se pusó a discutir con el vigilante, ya me veía yo agachao y al poli con el guante de latex…..al final se quedaron las mermeladas.

Sin más llegamos a Barajas, vamos a la T4, bus de Zaragoza y a  casica.
Así acaba nuestra ruta por Irlanda, espero os guste o sirva de referencia algo de lo expuesto si vais por esa zona. 

Si vais a Dublin, os dejo una pequeña guía de las cosas que vimos en el viaje de enero de 2016 :

-O'Connell Street
-Trinity College y el libro de Kells
-La Catedral de San Patricio (de pago si no vas a los oficios)
-La Catedral ChristChurch
-Temple Bar
-Fábrica museo de la Guinness
-El castillo de Dublin (lo que queda)

y en suma pasear, callejear y tomar pintas y buena comida en los pubs (ojo, no en todos se come bien) y si podeis contratar un Walking Tour, en una mañana y en un paseo de 3-4 horas os enseñan todo los más importante


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