sábado, 15 de agosto de 2015

-Peña Montañesa

Miércoles 12 de agosto de 2015, por fin después de 20 años que vine por primera vez al valle del Sobrare, y vi la imponente Peña Montañesa con sus 2.291 metros de altura, ha llegado el momento de subirla, esta vez con con mi hermano Jesús, un amigo suyo, Alberto, que fue el que guio la ascensión, y parecía que no se cansaba nunca, y del camping vienen José, su hijo Joel y su amigo Andrés, también iba a venir Mati (que subió conmigo al Monte Perdido hace poco más de un mes) y su marido José Carlos, pero una gastroenteritis la noche anterior la deja K.O, asi que no puede venir. Esta ascensión la he etiquetado en Montaña, pero por su desnivel y dureza tampoco pasaría nada si la incluyera en Alta Montaña.

Vamos a subir por la vertiente sur, la más clásica y larga, también se puede subir por la vertiente Norte desde Ceresa, el desnivel es menor pero mucho más duro, ya que los 800 m de desnivel que hay que ascender son todos una pedrera.


Quedamos pronto, a las 6,15 en la puerta del Camping Boltaña, nos vamos dirección Ainsa y luego seguimos las indicaciones  para llegar hasta el Monasterio de San Vitorian, justo unos 300 metros antes de llegar hay un parking y un cartel indicador de la ascensión, y el inicio del camino. Estamos a 1.140 metros por lo que tenemos por delante 1.150 de desnivel, una vez preparados empezamos a andar a las 7 en punto de la mañana:

De izqda a dcha: Joel, Andres, José, yo, y mi hermano Jesús

Panel informativo

Primeras luces del día





La previsión que tenemos es de hacer cima sobre las 10, y estar abajo alrededor de la 13,30 horas, ya que sobre las 14,30 hemos quedado en Labuerda con el resto de la familia, tenemos mesas para comer en el Merendero Garcés de San Vicente de Labuerda (simplemente espectacular).

Como decía empezamos a la 7, vamos a buen ritmo, en la primera hora hacemos 450 metros de desnivel, hay muy pocos descansos, algún falso llano, pero desde que empiezas es una subida constante y dura en muchos de sus tramos. El primer tramos es boscoso, para luego ir dejando paso a una cantidad ingente de boj que flanquea el camino.


Ganando altura, al final de la carretera esta el Monasterio de San Vitorián

Alberto y Jesús, hacemos un descansillo




Sobre las 9, ya estamos cerca de los 850 metros de desnivel, y hemos salido a una pradera muy bonita, ya vemos la cima, (zona marcada en el panel informativo como el Plans) parece que la tenemos ahí pero aún nos queda más de una hora y lo más duro por subir (trepadas incluidas). Hasta aquí fue donde llegue alla por el año 2004, pero en aquella ocasión mi compañero de ascensión sufrió un ataque de vertigo y nos tuvimos que dar la vuelta.


Brumas mañaneras

Estreno cámara, vamos con un selfi

Ahí tenemos la cima, pero aún nos queda



Un sarrio nos da la bienvenida, premio a los primeros del día



Llegamos al territorio de los grandes pinos negros, estamos a más de 2000 metros de altura, y nos  encontramos con una gran zona de rocas, las cuales no hay que atacar, sino bordear por su parte inferior para girar luego a la izquierda, de esta forma encontraremos el paso para coger la buena senda, aquí descendemos un poco, la senda es muy estrecha y hay que tener cuidado, ya divisamos la pedrera final que nos llevara a la cima, estos últimos 20 minutos se hacen verdaderamente exigentes, en algunos momentos tenemos que echar las manos.


Bordeamos estas rocas por abajo


Arriba a la izquierda esta la cumbre, ya queda nos queda poco

Aquí hay que tener cuidado, la senda es estrecha



Duro tramo hasta ese pino negro






José llegando al pino de antes



Así cumpliendo el horario previsto, llegamos a la cima las 10,05 horas, y dado que vamos muy bien de tiempo nos hacemos fotos, quitamos la ropa mojada, recuperamos fuerzas y estamos tres cuartos de hora en la cima, disfrutando de este maravilloso mirador del valle del Sobrarbe.


Mi hermano Jesús
y yo


Mis palos en la cima


Y para nuestra sorpresa, nos encontramos con una caja de acero hermética con  un libro de visitas, así que allí pusimos nuestros nombres







Desde arriba vemos en perfecta línea recta el Castillo Mayor y el Monte Perdido, con esta ascensión he completado mi trilogía particular de este precioso valle.



Monte Perdido al fondo y Castillo Mayor en primera plana

Al fondo el pantano de Mediano en las inmediaciones de Ainsa



Vistas hacia el norte



Foto de grupo


Iniciamos el descenso y nos encontramos en la pedrera al compañero de uno que ha llegado a la cima después que nosotros, parece que ha forzado el ritmo en la subida y lleva una fuerte sobrecarga en los aductores, mi hermano lleva réflex y la cara de alivio que pone cuando ve en bote de réflex lo dice todo, nosotros seguimos para abajo, de forma que hemos salido de la cima a las 10,50 horas y llegamos abajo a las 13,15, es decir casi 2 horas y media de descenso, que a mi se me hacen muy largas. 


José y mi hermano destrepando en el inicio del descenso

En la zona de la pradera, esta nube se agradece, el sol ya pegaba fuerte


Menos mal que hemos madrugado mucho, porque a pesar de no ser un día especialmente caluroso, la bajada la hacemos prácticamente toda con sol. En resumen que si se quiere hacer esta cima en verano es recomendable madrugar lo máximo posible y empezarla al amanecer, de esa forma te aseguras hacer cima pronto y solo nos dará el sol en la bajada, que no es poco.

Ficha Técnica:
Desnivel: 1150 metros
Subida: 3 horas y 5 minutos (con algún descansillo)
Bajada: 2 horas y 25 minutos

Después nos echamos unas cañas en el primer pueblo que nos encontramos en la vuelta y acudimos a Labuerda a las 14,30 donde hemos quedado con las familias para subir a comer al merendero Garcés en San Vicente de Labuerda, no me gusta hacer publicidad, pero lo recomiendo, unos entremeses montañeses con un chuletón a la brasa y postre casero con vistas espectaculares a la cima de la que acabamos de bajar. Y luego nos tomamos el cafe en el bonito pueblo de Laspuña.


Vista desde el merendero



Vista desde Laspuña





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