Curiosa la forma en que me llego la ocasión de ir a Finlandia, nos situamos en un viernes a mediados de julio del año 2005, estábamos en la casa de la madre de mi mujer, porque al día siguiente nos íbamos de vacaciones a la playa y nos fuimos a despedir. Una vez allí, vinieron mi cuñada con su novio, ambos portaban folletos de Finlandia, en ese momento me dicen que a finales de agosto se van allí con unos amigos, y suena la frase mágica, ¿quieres venirte?, se dirigen solo a mi porque saben que mi mujer no puede cambiar las vacaciones, pero que yo podría coger o cambiar alguna semana más. Después de esta frase, suena otra mejor todavía, mi mujer me dice, si puedes cogerte esa semana vete con ellos, sabe que los países del norte de Europa me fascinan (solo decir que nuestro viaje de novios fue a Escocia), así que ya se me ponen los dientes largos. Al día siguiente nos vamos a Peñíscola, llegado el lunes llamo a mi jefe y le planteo el tema de cambiarle una semana de vacaciones, ya que nos tenemos que turnar, y me dice que lo tiene que mirar, así que tras unos días de incertidumbre me llama y me da el ok, rápidamente llamo a mi cuñada, que ya habían reservado el viaje para cuatro personas, le digo que si en la agencia pueden meterme en el mismo avión y todo eso, que si que voy pero tengo que ir aparte, pues no. Así que a finales de julio ya tengo el viaje planteado, me voy a Finlandia del 20 al 27 de agosto, una semana en una cabaña a orillas de un lago.
Sábado 20 de agosto
Los integrantes del viaje somos, mi cuñada Vanesa, su novio Sergio y dos amigos de ellos, Luis y Jorge, (con los que posteriormente compartiré diversos treking que podéis ver en las otras secciones) al que se suma un servidor.
Hoja de ruta:
07:00-09:00 Vuelo Madrid-París
10:50-13:45 Vuelo París-Helsinki
Después 3 horas de coche de alquiler hasta la población de Virrat, donde cogeremos un desvío que nos internará en el bosque hasta llega a nuestra cabaña.
Para cumplir con los horarios de vuelo, salimos de Zaragoza a la 1.00, llegamos a Barajas sobre las 4.30, sobre las 5,00 estamos ya en facturación para nuestro vuelo, facturamos y a relajarnos un poco, hasta que subamos al avión. Es hora ya de despegar, pero……no, estamos en agosto y en España, asi que hay mucho tráfico aéreo y no podemos, despegamos a las 8.00; mal empezamos, todo el vuelo a París pensando en si perderemos el enlace, y de postre el despegue es acojonante, hasta el comandante se disculpó. (Buen debut para mi cuñada que era el primer vuelo que hacía). Llegamos al impresionante aeropuerto de Charles Degolle sobre las 10.00; antes durante el vuelo hemos hablado con un azafato de Air France, que nos ha indicado donde esta la terminal para coger el enlace (hablando en cristiano en casa Dios desde donde nos deja este vuelo). Sobre las 10.20 estamos ya recorriendo la pasarela del avión, todos los que tenemos transfer vamos corriendo adelantando a los que no tienen enlaces. Una vez ya dentro de las salas del aeropuerto empezamos a correr de verdad, nos ha dejado en la puerta D de la terminal y tenemos que ir hasta la M y cada letra tiene varias decenas de puertas, hacemos 25 minutos de running intenso con las mochilas de mano, mi cuñada con chanclas y su novio se van quedando rezagados, pero nosotros tres seguimos. Llegamos a las 10.43 a nuestro puerta de embarque, le tiramos los DNI encima de la mesa, el colega flipa, en la pantalla, ya ponía “closed”, coge el walki y avisa, estaban ya retirando la pasarela, la ponen otra vez, le damos mil “merci beaucou” y subimos, nos sentamos y un minuto más tarde despegamos, todavía los cinco sudando a chorros y la peña mirándonos incrédulos (estos españoles, seguro). Este avión es de Finn Air, esto ya es otra cosa, asientos más amplios y cómodos, pantalla de dvd individual, etc…
Llegamos antes de las 14.00 horas a Helsinki, y nada más bajar nos llaman por megafonía, en inglés, claro, menos mal que Jorge se da cuenta y vamos a equipajes perdidos, como era de esperar, nuestras maletas no han embarcado en el transfer, no les ha dado tiempo, asi que nos dicen que vendrán en el siguiente vuelo que aterrizará sobre las 16.00 horas, y como estamos en norte de Europa, y eso se nota, nos dan 6 euros a cada uno por las molestias para que nos tomemos algo en el bar.
Sobre las 17.00 cogemos ya el coche de alquiler que teníamos reservado y salimos del aeropuerto, conduce Jorge y Luis lleva el plano, tenemos unos 300 km hacia el norte, pero se da cuenta que hemos salido mal, vamos dirección este, asi que media vuelta, enseguida cogemos la autopista correcta y al norte, que maravilla de paisaje, todo a los lados es bosque hasta la misma entrada del aeropuerto.
A las dos horas llamamos a la dueña de la cabaña para avisarle que llegaremos sobre las 20.00, cumplimos el horario, siguiendo sus instrucciones una vez llegado a Virrat, cogemos los desvíos pertinentes y por una pista nos adentramos en el bosque hasta su casa, nos dice que le sigamos y como a 2 km llegamos a la cabaña a orillas del lago Havavanjärvi, increíble pero cierto, vaya paisaje idílico.
Mientras íbamos por la pista hemos visto una fiesta en una macrocabaña de madera , es como su pabellón de fiestas, pero en estilo nórdico, alucinante, asi que descargamos maletas, nos aseamos después de un duro viaje, comemos algo, y sobre las 22.00 horas nos vamos a la fiesta, quién dijo cansados?. Todavía nos da tiempo a echar unos bailes, hacernos fotos con Papa Noel en agosto, y ver a la gente local, que como en todos sitios hay fauna para todos los gustos, algunos de ellos parecían sacados de películas de terror. Que no falten las barbacoas de salchichas y cerveza a saco. Ya sobre la 1.00 nos retiramos, llevamos más de 24 horas en pie, y como en todos lados, la gente que cierra las fiestas suele ser lo mejor de cada casa, vaya tajadas que llevaban algunos de los locales.
Domingo 21 de agosto
Sale el día cubierto, decidimos quedarnos en la cabaña (equipada con todo tipo accesorios para la vida campestre), salir en barca, estrenamos la sauna, con acceso en invierno directo al lago, y aprovechamos para hacer el plannig de los 5 días siguientes. Por la tarde nos vamos al pueblo a comprar viandas, para hacer una barbacoa por la noche, eso sí, los mosquitos son de a kilo, hacemos corto con todo tipo de repelentes.
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Sergio y Vanesa detras, Jorge y Luis delante, yo de capitán en la proa, jaja |
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Después de remar un buen rato hay que reponer fuerzas en la cabaña, con vistas al lago |
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de manga larga por los mosquitos |
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Lago Havavanjärvi |
Lunes 22 de agosto
Nos vamos de excursión a la costa oeste de Finlandia, a unos 200 km de nuestra cabaña, a orillas del Báltico, a una ciudad llamada Vaasa, da gusto viajar por los paisajes que dejas a los lados de la carretera, la ciudad no es muy grande, comemos en un céntrico restaurante, muy bien por cierto, por un precio de menú del día aquí en España; cuando se dan cuenta que somos españoles, nos sacan algún plato más para probar, un buen detalle; nos dicen que es extraño ver españoles por allí, pues oye muchas gracias.
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Plaza central de Vaasa |
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Monumento a los héroes de la I Guerra Mundial |
Después de comer nos vamos a orillas del Báltico, que precisamente no tiene la temperatura del Mediterráneo,
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algunos sólo nos atrevemos a mojarnos los pies pero Jorge se da un buen chapuzón |
a la vuelta pasamos por el imponente puente de Replot, para pasar a un pequeño islote, donde la gente tiene sus cabañas y su barquitos amarrados al lado.
De vuelta vamos por otra carretera, y entramos en una localidad a comprar a un super y tomar algo, se llama Jakobstand, como casi todos los pueblos tienen monumentos a los caídos en la guerra por la independencia de Rusia allá por 1910 y a los del I y II Guerra Mundial. Por lo que vemos la gente joven en estos pueblos se aburre, porque vemos varias cuadrillas que se dedican a dar vueltas con el coche sin parar, salen quemando ruedas del parking del super, dan dos vueltas a la rotonda de entrada al pueblo y entran al parking otra vez, unos con todoterrenos y otros con pick-up, etc…se beben un par de cervezas y otra vez la misma jugada, asi que en cuanto acabamos de comprar decidimos no perder más tiempo y volver para casa,
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Iglesia luterana de Jakobstand |
pero antes de llegar a pie de carretera hacemos una parada para hacer unas fotos del primero de los bonitos atardeceres que vimos allí, en este caso en el lago Lappajärvi.
Hoy nos vamos de trekking, cogemos el coche con dirección al Parque Nacional Helventijärvi, donde hay un espectacular lago que da nombre al parque, aquí sí que ya empezamos a flipar con la naturaleza de este país, sírvanse unas pocas fotos.
El recorrido perfectamente indicado es de 15 km, que hacemos sin problemas, todo llano, unas vistas que estremecen y por frondosos bosques, ¿que más se puede pedir? Pues
si hay algo más, mi cuñado Sergio, que desde que salimos de Zaragoza andaba un poco suelto de tripas, se encontró como por arte de magia en medio del sendero con un WC, ¡¡¡¡sorpresa!!!!!!: de madera, con su tapa, sus rollos de papel higiénico, y todas las comodidades posibles para esta en medio del bosque, acojonante una vez más.
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Leñera con todo lo necesario para hacer fuego |
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Panorámica del atardecer en el lago Helventinjärvi |
Miércoles 24 de agosto
Hoy toca otro trekking, pero antes contactamos con una empresa de actividades para hacer rafting en el río Kärstula, la temporada esta acaba ya, pero todavía se puede hacer. Lo único que tenemos un par de horas de coche, pero da igual para allá que nos vamos, al centro de vacaciones de Lomakouchero, típico de película de campamentos de verano américana, casas-barracones de madera, y centro social decorado al mínimo detalle, hacemos el rafting
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todos las mañanas planificamos los viajes |
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en trayecto |
y luego nos quedamos con ellos a comer, intercambiamos viandas, el guía del rafting flipa con el jamón serrano, al que le da buena cuenta, y nosotros le damos a la mantequilla con salmón y carne de reno de todas las maneras posibles.
A mediodía salimos ya hacia el Parque Nacional de Pyhä-Häkki para hacer un paseo de 6 km. En este trayecto debido a la húmedad, hay partes que vamos andando por encima de tablas, todas perfectamente alineadas y numeradas y con la fecha inscrita en que se colocaron, es de suponer que para cambiarlas en la fecha en que tengan calculado que por la climatología se estropearan.
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Según reza el cartel, el árbol más grueso de Finlandia |
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Nuevamente, cabaña-refugio con todo lo necesario, por si te quedas aislado en invierno |
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Hormiguero gigante |
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Fin de la excursión, y comentamos las experiencias |
Jueves y viernes 25-26 de agosto
Madrugamos y nos vamos a Helsinki, no todo va a ser campo, tenemos 3 horas,
asi que sobre las 10,00 ya estamos allí, nos damos unas buena vuelta por el centro, hay dos calles principales paralelas donde hay montón de comercios, el famoso bar de hielo, varios boulevares muy bonitos, el edificio de la bolsa, la catedral, el parlamento, etc… vamos los típicos de una capital de país no demasiada grande.
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Catedral luterana de San Nicolás |
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Plaza del Senado |
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Única foto de los cinco |
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Plaza del Mercado con la catedral ortodoxa de Uspenski al fondo |
Nuestra idea es ir por la tarde a la isla fortaleza de Suomelinna en ferry y al día siguiente coger un ferry rápido para cruzar el Báltico y llegar a la capital de Estonia, Tallín, así que sacamos lo billetes para el día siguiente, ahora con el nuevo plan nos falta encontrar alojamiento en Helsinki para esa noche (no es cuestión de ir a la cabaña y volver), vamos a una oficina de turismo, nos dan varios teléfonos y después de varias gestiones de Jorge (in English of course) encontramos una especie de hostal-pensión, nos da una habitación para los cinco, como no queda lejos, nos acercamos y la alquilamos, es un edificio viejo, subimos a la quinta planta, nos atienden y nos dan la macrohabitación, decorada igual que las pelis de la época de la Segunda Guerra Mundial, un baño común para no sé cuantos, y una ducha con una cortina, en fin un poco cutre pero barata, y como pensamos conocer la noche de Helsinki y tenemos que madrugar para el ferry, pues tampoco hace falta más para descansar 3-4 horas. Lo dicho después a comer en un patio interior de un restaurante griego, nada caro por cierto,
nos cogemos un ferry pequeñito que nos lleva a la isla fortaleza de Suomelinna, esta fortificada, era estratégica para la defensa de Helsinki, muros, cañones, bunkers, y hasta submarinos.
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Submarino alemán capturado en la II G.M. |
Allí vemos otro lindo atardecer; en estas latitudes tan septentrionales los colores de los atardeceres son de otro mundo, no quiero ni imaginarme las auroras boreales a principios de verano en el norte de Escandinavia (punto pendiente para volver a estas tierras).
Una de vez vuelta nos vamos a cenar, nuevamente a precios asequibles, parece que la fama de Suecia y Noruega en cuanto a precios de bares y restaurante no llega hasta aquí, conocemos a gente española en la noche, y nos vamos a uno de los garitos de moda, a beber cerveza como no puede ser de otra manera, menudas toñas lleva la tropa (tanto ellos como ellas, a cuatro patas por la calle ).
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Jorge y Luis haciendo amistades |
Después de dormir poco,
nos vamos al ferry y llegamos aTallín, el puerto parece un bunker soviético, sobrio, todo hormigón.
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una siestecita después de una noche movidita |
El centro de Tallín esta amurallado, es de estilo medieval, merece la pena verlo, la plaza es enorme y da gusto pasear por sus calles, en frente de la catedral esta el parlamento, el ambiente es como el de cualquier centro de ciudad turístico, es decir que te venden souvenirs de todo tipo por todos lados.
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Catedral ortodoxa de Alexander Nevsky |
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Palacio presidencial |
Salimos de la plaza para descubrir sus calles, el casco histórico bien merece gastar un día en admirarlo y fotografiarlo.
Nos metemos a comer en un sitio típico de allí, preparado para giris, camareras vestidas con los trajes tradicionales, alambiques en la decoración, y degustamos un plato de allí, codillo con salchicha de patata, damos buena cuenta de él,
y seguimos recorriendo sus calles, hasta las seis de la tarde que sale nuestro ferry a Helsinki, y vuelta a la cabaña.
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camión soviet |
En el ferry nos damos cuenta de que la peña finlandesa vuelve cargada con cajas de todo tipo de alcohol, pasan el control de aduanas, todos llevan hasta el máximo permitido a precios mucho más bajos que en Finlandia, y aquí se acabo lo que se daba porque al día siguiente volvemos a Madrid,
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escala en París Charles De Gaulle |
el cambio de temperatura cuando bajamos del avión fue brutal, de 20-22 grados durante toda la semana, pasamos a los casi 40 que había en Barajas y ya la vuelta por carretera a Zaragoza, en comparación con los paisajes de allí, nos sume en una quasi depresión, pero es lo que tiene el norte en verano (el invierno tiene que ser triste y duro por esas tierras).
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bye bye Finland |
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