Sábado 23 de enero, nuevamente dos semanas después de la primera toma de contacto de esta temporada con las raquetas, nos vamos esta vez para hacer algo más serio, el Pico Canal Roya desde el Portalet, con unos 650 metros de desnivel aproximadamente y unas 5 horas con paradas incluidas (4 y cuarto sin paradas). Esta vez si que voy con mi club de montaña, Andarines. Toca madrugar y después de un viaje que se hace muy largo en bus hasta la frontera del Portalet, nos equipamos, almorzamos algo para no salir con el estómago vacío y sobre las 10,45 nos ponemos en marcha, hace un día estupendo, esta un poco cubierto pero no hace frío, no hay viento, así que con una camiseta térmica y un forro o cortavientos es más que suficiente.
Cruzamos a Francia por la carretera y enseguida nos ponemos las raquetas , salimos de casi 1800 m, pero la primera parte es bajada y descenderemos hasta unos 1700m.
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al lado de la carretera, antes de salir |
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El Midi y el Peyreget nos saludan antes de empezar |
Aquí al igual que hace dos semanas nos toca cruzar un par de riachuelos, cada uno con su estilo
y como puede.
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Atrás va quedando la carretera |
Vamos a recorrer en una larga aproximación el Circo de Aneou, hasta llegar al Col de Houer o Pla de la Gradillere, donde giraremos a la izquierda para subir al pico Canal Roya de 2.350m.
Vamos todos en fila, somos muchos casi 50, avanzamos poco a poco, Carlos el que guia o abre la ruta para de vez en cuando para reagrupar, lógicamente el nivel físico de unos y otros es muy diferente, durante las casi 2 primeras horas, es un paseo agradable, vamos ganando altura suavemente casi sin darnos cuenta, es muy tendido.
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Mañana cubierta, pero no hace nada de frío |
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Vamos serpenteando |
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Ahí estamos |
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Por nuestra derecha nos adelanta un grupo de esquí de montaña |
Una vez metidos en el valle, veremos siempre a nuestra izquierda el Pene de la Glére, como vigilando, y no vale hacer chistes malos con su nombre.
Yo voy haciendo fotos a mi bola, como siempre jaja.
Llegamos a la cima y casi no cabemos, también hay un montón de esquiadores, otros raquetistas etc... casi tenemos que turnarnos para hacernos las fotos de rigor, aquí le damos a la cámara todos sin parar.
Hemos llegado a la cima a la 13,15 justo dos horas y media después de partir, estamos a 2.350 m de altitud y las vistas son preciosas, todo el valle por el que hemos subido hasta la carretera de la frontera, nos vamos girando y venos el imponente Midi, seguimos girando y detrás tenemos el valle del Aragón y las pistas de esquí de Astún y para acabar el círculo tenemos al impresionante Anayet.
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Pico Anayet a la derecha |
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Pistas de Astún, con su inconfundible trampolín de saltos |
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nada más llegar me pasan el doping, el trago vino me bajo directo |
Además cuando hemos llegado a la cima ha salido el sol, con lo cual no se puede pedir más, no ha hecho falta ni siquiera abrigarnos más, siempre hay algún sobrao como un francés que se ha quitado toda la ropa de arriba y esta a pelo, en fin gente rara hay en todos sitios.
Hacemos alguna foto graciosa y después de reponer fuerzas, y hacernos las fotos de rigor:
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con mi compañera del bus |
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lo jodido es levantarse con las raquetas puestas |
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Hacia el sur, valle del Aragón, Astún queda a la derecha |
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para mí, la mejor foto del día, nubes y nieve separados por un cielo azul espectacular |
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Foto de grupo oficial cortesia de "Andarines" |
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El Midi inconmensurable
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Sobre las 14,00 horas empezamos a descender, mucho cuidado hasta llegar al collado por lo que he comentado antes, una vez allí, la bajada se convierte en un agradable paseo nevado.
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El circo de Aneou al fondo |
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Justo arriba a la altura de mi cabeza esta la cima del pico |
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Con el Midi de fondo |
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Aunque no se ve bien, eso amarillo son los esquís del esquiador que esta tumbado al sol en ese saliente, hay que saber aprovechar esos pequeños instantes |
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En una pequeña parada, me aplico el cuento del esquiador de antes |
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el Pene de la Glére empieza a tapar el sol en su descenso |
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Para bajar nos hemos desviado un poco a la izquierda para pasar por estas parideras o centro pastoril, hablando más finamente |
yo intento no seguir el camino super pisado, voy paralelo por zona sin pisar, y el ruido de la raqueta hundiéndose en la nieve polvo es uno de esos pequeños placeres que te la vida y que hay que saber disfrutar.
La bajada la hacemos en un ambiente mucho más distendido, cada uno a su marcha, hay un grupo que se lían a bolazos de nieve, otros como yo a hacer un poco el gili y otros a charlar tranquilamente.
Y así chino-chamo a las 15,45 llegamos a la carretera, nos ha costado bajar 1 hora 45 minutos. Vamos al bus nos cambiamos y nos echamos una cervecita que nos la hemos ganado. Tenemos tiempo porque hasta las 5 no arranca el bus.
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Las montañas ocultan ya definitivamente el sol, mañana será otro día |
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